La custodia compartida es una opción cada día más tenida en cuenta por las parejas con hijos ante una situación de divorcio o separación. Este modelo de régimen de patria potestad, está basado en que ambos ex-conyugues se reparten conjuntamente la guarda y custodia, compartiendo por igual el tiempo que pasan con los hijos y la atención de sus necesidades.

 

Patria potestad y la guardia y custodia

Para poder explicar en qué consiste la custodia compartida, es fundamental llegar a conocer la diferencia que existe entre la patria potestad y la guardia y custodia.

La patria potestad puede describirse como el ejercicio de la paternidad de los hijos, atendiendo todas sus necesidades y protección. A grandes rasgos comprende todos los derechos y deberes que los padres tienen sobre los hijos menores de edad que no están emancipados.

En los casos de divorcio o separación la norma general es que la patria potestad sea concedida por igual a ambos padres y solo se pierde por casos muy concretos, como puede ser:

  • Por sentencia judicial.
  • La muerte del progenitor.
  • Al cumplir los hijos la mayoría de edad o cuando son declarados como emancipados.
  • Al ser dado en adopción a terceras personas.

 

Por otro lado, podríamos describir la guardia y custodia como el derecho que se otorga para convivir físicamente con los hijos, independientemente del ejercicio de la patria potestad.

Dentro de los diferentes modelos de guardia y custodia podemos encontrar los siguientes:

Monoparental. Cuando la guardia y custodia es otorgada a uno de los padres.

Partida. Cuando en situaciones  hay varios hijos, la guardia y custodia de cada uno se reparte entre ambos padres.

Custodia compartida. Cuando los dos padres tienen el mismo derecho a la convivencia con sus hijos.

 

La custodia compartida

Como hemos visto en el punto anterior, la custodia compartida ofrece el mismo derecho a los dos padres a convivir con sus hijos de manera alternativa, teniendo ambos las mismas obligaciones y derechos sobre sus hijos. Estos periodos alternos de tiempo pueden ser semanales, mensuales o incluso hasta anuales y son dictaminados por el juez.

Si bien los dos padres mantienen sus obligaciones y derechos sobre los hijos, las decisiones sobre el día a día de los hijos son llevadas a cabo por el progenitor que en ese momento conviva con ellos.

Es importante recalcar que aunque exista una custodia compartida y el tiempo de estancia con cada progenitor sea corto, el otro progenitor tiene derecho a un régimen de visitas.

 

Requisitos para la custodia compartida

El primer requisito necesario para solicitar la custodia compartida es que ambos padres estén de acuerdo en su  solicitud. Si uno de ellos se niega, ésta no se suele llevar a cabo (si bien, puede haber excepciones, si el juez considera que es lo más beneficioso para el menor). A partir de esta premisa los requisitos tenidos en cuenta son:

  • La relación que los hijos tengan con ambos padres y con los demás familiares con los que conviva en cada domicilio.
  • Cuando los hijos son mayores de 12 años y dispongan de suficiente juicio, se tendrá en cuenta sus deseos manifiestos en relación a la custodia compartida.
  • El número de hijos a los que afecta la medida.
  • La relación actual de los padres entre sí, ya que es necesario que sea lo suficientemente cordial y que se dispensen respeto mutuo.
  • El bienestar de los menores, ya que estas medidas están concebidas siempre para su bien.
  • Que no existan indicios de violencia doméstica.

 

También existen otros factores que pueden ser tenidos en cuenta:

  • La cercanía de los domicilios en los que debe convivir alternativamente el menor.
  • Los horarios disponibles de cada cónyuge para su atención, así como su profesión.
  • La edad del hijo y sus necesidades (por ejemplo la necesidad de lactancia).

Una vez que el juez ha tenido en cuenta todos estos requisitos solicitará su opinión al Ministerio Fiscal, e incluso si se considera necesario puede solicitar un informe a especialistas cualificados, donde estos informen de la que consideran como mejor solución para los hijos.

 

Cuando se puede solicitar la custodia compartida

La custodia compartida puede solicitarse prácticamente en cualquier momento, bien durante el mismo proceso de separación o divorcio, o tiempo más tarde mediante una demanda de modificación de medidas.

En casos de parejas de hecho se puede interponer una demanda de regulación de las relaciones paterno-filiales.

 

Custodia compartida y el pago de la pensión alimenticia

Por regla general cuando el juez decide que la custodia sea compartida, suele eliminarse el pago por pensión alimenticia. Ya que se entiende que al convivir de forma alternativa con ambos padres, estos se reparten de forma equitativa los gastos relativos, a la alimentación, educación, vestimenta, asistencia médica y en general todos los gastos que el menor requiere.

Pero no siempre es así.

El juez puede contemplar, que debido a una desigualdad entre los ingresos de los progenitores, el que más ingresos obtiene tiene que participar con una aportación mayor, independientemente de hacerse cargo de todos los gastos en los periodos donde conviva con los menores. También se establece la obligación de pagar una pensión alimentaria al ex-cónyuge si no posee los medios necesarios para su propia manutención.

En los últimos años, se ha incrementado la petición de modificación de medidas en las sentencia de divorcio o separación, con el fin de reclamar la custodia compartida. En algunos de estos casos se ha detectado que la razón principal del solicitante es la de ahorrarse el pago de la pensión alimentaria. Estas circunstancias también son observadas por los jueces, que dictaminarán siempre la mejor opción para los menores, independientemente de las necesidades o intereses de sus padres.

 

Solicitar la custodia compartida

 

Para terminar este artículo solo me queda comentar que aunque las sentencias de guarda y custodia compartida son relativamente pocas en comparación con la llamada custodia monoparental, el Tribunal Supremo sostiene que este tipo de custodia no debe de ser entendida como algo excepcional, sino como algo muy normal.

Sin duda su mayor interés es fomentar la relación de los hijos con ambos padres, integrándoles en la vida normal de los dos, a la vez que evita que el menor sea influido negativamente por la poca relación con uno de sus progenitores, su fin primordial es evitar un sentimiento de pérdida causado por el divorcio o separación de sus padres.